domingo, 31 de mayo de 2009

¡ QUÉ DIFÍCIL ES … ¡

¡ QUÉ DIFÍCIL ES … ¡
Educación Trascendente # 462
Mayo 31, 2009
Manuel Rodríguez Salazar

Obviamente, no todo es difícil. La intención del encabezado anterior se refiere a que ciertos propósitos, fines, proyectos, deseos, intenciones, metas u objetivos personales son extremadamente difíciles de realizar o de cumplir.

Las tres últimas semanas estuve impartiendo la materia de “Empowerment” en la maestría en liderazgo, así que durante ochenta horas la conversación con los alumnos giró sobre la trascendencia de que – quien pretenda ser un líder “maestro” – está obligado a crecer como ser humano, a superarse, a evolucionar cualidades y maneras de ser fundamentales como:

 Honrar invariablemente la palabra (plataforma de la comunicación responsable),
 Integridad,
 Actitudes y creencias positivas y constructivas,
 Ecuanimidad,
 Paz interior,
 Escuchar auténticamente, cabalmente, profundamente (y hablar menos)
 Humildad,
 Autodisciplina, autocontrol, auto-observación,
 Congruencia verdadera entre intenciones, pensamientos, palabras, visualización, acciones.

Desplegar lo anterior propicia, a mi juicio, que las personas en puestos de mando inspiren a sus colaboradores a dar gustosamente todo lo que tienen a su organización. Son características que favorecen el crecimiento / “agigantamiento” del personal; las maneras de ser que cambian la “actitud de empleado” en “actitud de dueños”, las que transforman “subordinados” en “cómplices o guardaespaldas”. Una práctica que ayuda a desarrollar algunas de las cualidades arriba anotadas es la meditación.

Las habilidades enlistadas – independientemente que impactan positivamente el calibre del liderazgo sobre otros – también repercuten en el liderazgo sobre uno mismo (el liderazgo más importante) – y, consecuentemente, la calidad de vida (grupal e individual), ámbito en el que siempre hay “más Este por recorrer”.

La reacción que con frecuencia escucho cuando sugiero trabajar en lo planteado en los renglones precedentes es la expresión: “es muy difícil”. La misma respuesta nos damos cuando tenemos problemas u objetivos que o no resolvemos y/o sobre los que no avanzamos tan rápido como quisiéramos y, no obstante esforzarnos, seguimos exactamente igual.

¿Por qué es “cuesta arriba” realizar cambios en uno mismo? Cualquier cambio trascendental es difícil porque implica cambiar hábitos. Los hábitos (de los que somos esclavos) están bien arraigados en nuestro inconsciente y modificarlos es una “tarea de romanos”. Lo ideal es substituir un mal hábito por uno bueno, pero hacerlo realidad obliga a “sacar” lo mejor de uno, incluyendo: intención, disciplina, voluntad, perseverancia y seguimiento implacable. También es útil estudiar libros o documentación sobre el cambio que deseamos realizar, así como asistir a cursos o talleres que nos puedan ayudar a lograr lo que deseamos. (Me consta que no parar de aprender es la mejor inversión que se puede hacer).

Se ha escrito que cambiar un hábito requiere 21 días. Otros hablan de 6 semanas. Lo cierto es que, normalmente (porque a veces solo requiere una decisión poderosa), cambiar un hábito no se logra de inmediato y demanda, como mínimo, compromiso decidido, autodisciplina y perseverancia implacables.

Cambiar hábitos tiene como propósito vivir mejor. El punto de partida es tener la convicción de mejorar algo en nuestra persona. Los buenos hábitos son difíciles de alcanzar y consolidar pero, cuando se logran, se disfrutan enormemente.

Cambiar un hábito – como prácticamente cualquier meta individual – empieza en la mente, pues los cambios operan de dentro hacia fuera. Cualquier cambio que no esté respaldado por pensamientos consistentes sobrevivirá poco tiempo.

Para el proceso de cambiar hábitos conviene profundizar sobre estas preguntas:

 ¿Cómo estoy comportándome respecto a lo que deseo cambiar?
 ¿He limitado alternativas de pensamiento y acción?
 ¿Cómo llegué a la situación que hoy quiero cambiar?
 ¿Qué recursos tengo a mi alcance?
 ¿Cómo puedo hacerme cargo de mí mismo?
 ¿Estoy realmente comprometido con realizar “X” cambio y dispuesto a pagar el precio que tenga que pagar para lograrlo? …

El solo hecho de analizar y responder estas preguntas puede llevar a grandes descubrimientos sobre uno mismo.

A final de cuentas, mejorar la vida personal, familiar o profesional es sinónimo de cambio. La otra opción es resignarse a terminar en el lugar adonde ya estamos encaminados.

“Todo crecimiento depende de actuar. No hay desarrollo físico o intelectual sin esfuerzo y esfuerzo significa trabajo.” Calvin Coolidge

“Respeta tus esfuerzos, respétate a ti mismo. El respeto a uno mismo lleva a la autodisciplina. Tener ambas significa verdadero poder. Clint Eastwood

“Lo único que viene a nosotros sin esfuerzo es la vejez”. Gloria Pitzer

“Estoy aquí para un propósito. Mi propósito es crecer al tamaño de una montaña y no encogerme al tamaño de un grano de arena. Por lo tanto, aplicaré TODOS mis esfuerzos para convertirme en la montaña más alta y forzaré mi potencial hasta que grite piedad. Og Mandino

¡¡¡ FELIZ SEMANA !!!